Ley de atracción: el arte de materializar lo que se desea

La Ley de Atracción es un complejo sistema donde el poder reside en el interior de cada persona y el pensamiento positivo es clave, así que si eres excéptic@ te recomiendo no seguir leyendo pero si no tienes prejuicios retoma la lectura.

Desde luego una vez más voy a contarte mi experiencia con el plano de la materialización, ya que he conseguido traer a este plano en el que nos encontramos situaciones deseadas a base de poner en marcha el mecanismo de la visualización.

Eso sí, hay mucha información circulando por ahí basándose en unas directrices que yo misma no comparto, por eso en este texto parto de la premisa de que he adaptado la Ley de la Atracción a mis creencias y a mi manera de ser, por lo que puntos con los que no comulgo dentro de esta Ley simplemente los omito y más abajo te enumero tres de ellos.

No es la primera vez que abordo temas místicos, de hecho repasa El tarot sin parafernalias: te cuento mi experiencia de más de 20 años o Significado de los sueños: el poder de lo que ves mientras sueñas o Las horas espejo: cuando las casualidades dejan de serlo.

BSO para leer «Ley de atracción: el arte de materializar lo que se desea»

«Nuvole Bianche» de Ludovico Einaudi, compositor que me apasiona y que últimamente no paro de escuchar. En mi Tiktok personal he puesto textos viscerales a algunas piezas suyas, echa vistazo en mi perfil dentro de la carpeta pública «Música y letras viscerales» donde encontrarás todas las piezas para las que he generado pequeños textos inspirada por lo que me sugiere la música ejecutada.

Recuerda que puedes dar al play y leer el texto con música de fondo o bien leer y reproducir después.

En cuañqueir caso no te vayas sin dar al play porque la música que te sugiero en cada fideo de opinión siempre enfatiza el mensaje a trasladar:

Origen de la Ley de Atracción

Diferentes religiones se han hecho eco desde tiempos atrás sobre el poder de la mente relacionada con la manifestación, y de hecho encontrarás referencias en el judaísmo, hinduismo e incluso en el cristianismo.

En nuestra era, dentro de este mismo siglo XXI, el máximo exponente vehiculizando la Ley de Atracción ha sido el libro El Secreto de Rhonda Byrne que fue publicado en 2006. Suscitó muchas polémicas debido al contenido, enraizado en creencias firmes que dan solvencia al poder máximo del pensamiento positivo.

Realmente la Ley de Atracción es una pseudociencia, y como tal no cuenta con respaldo científico, aunque se basa en creencias que sí asimilo y que te voy a ampliar a continuación.

Así defino la Ley de Atracción

Esta ley está basada en el poder de la mente y las ondas cerebrales, algo con lo que sí estoy de acuerdo, donde el pensamiento adquiere protagonismo empoderando más lo positivo o lo negativo según lo proyectes.

De esta forma, si trabajamos la visualización de lo que realmente queremos, proyectándolo con fuerza y adecuando el mensaje que lo materializa en otro plano, podemos ser capaces de manifestarlo en nuestro presente.

Importante incidir en que la supremacía de la manifestación no depende de la persona en sí, y muchas veces no lograremos manifestar todo lo que deseamos con fuerza pero sí atraeremos energías acordes a nuestra vibración si así lo trabajamos.

Por todo esto me posiciono en un punto intermedio dentro de la Ley, compartiendo la esencia del mensaje vehiculizado que gira en torno al poder de la mente y pensamientos, aunque no soy partidaria del discurso que radicaliza el merecimiento como justificación de haber logrado algo o de no haberlo conseguido.

¿Cómo empezar a materializar?

Hay que tener claros varios aspectos que te cuento desde mi experiencia personal:

  • Partes de que es un acto de fe: cuando abordamos temáticas no materiales y sin fundamento científico la fe es imprescindible en la fórmula, así que sin ella no te adentres en este ámbito. Y muy importante al hablar de fe: no se trata de creer en un Dios, tan solo se trata de creer en energías superiores sin adoctrinamientos y con total libertad en tu concepto.
  • El tiempo para atraer lo que se desea no es igual en todos los casos: puede tardar días, semanas, meses, años o incluso no llegar nunca, y este punto es crucial porque debes entender que no es culpa tuya si no se consigue; en la Ley de Atracción se defiende que si no lo logras materializar es porque no lo mereces, algo que no comparto.
  • La tenacidad en el proceso es clave: todos los días hay que trabajar en la visualización y proyección.
  • Se deben emplear una serie de códigos en el lenguaje: para la manifestación primero hay que ponerle palabras a lo que se desea, y aquí no todo vale ya que cómo emitas el mensaje y según qué palabras utilices condicionará el poder del mensaje aumentándolo o disminuyéndolo.
  • El agradecimiento siempre debe integrarse al final de cada ejercicio de visualización: el poder de dar las gracias con sentimiento, aceptando la aportación de lo que proyectamos a conseguir, es otro punto clave.
  • Debes responsabilizarte de hacer un buen uso con lo que quieres materializar: si propones algo que afecte negativamente a terceras personas el poder de ese mensaje es pequeño, pero si es algo que generará un beneficio colectivo y te haces responsable de que así sea, la carga energética es muy grande.

Estos 3 puntos sobre la Ley de Atracción no los comparto

Al inicio de este fideo de opinión ya te mencionaba que creencias que defienden personas acérrimas a la Ley de Atracción no las comparto, y ha llegado el momento de mencionar las 2 más significativas:

  • «No puedes relacionarte con personas enfermas porque enfermarás»: partiendo de la base de que la enfermedad atiende a muchos factores externos e internos, creer que por relacionarme con gente que sufra una patología yo misma la voy a contraer sería incluso chocante porque mi propia hija tiene hipotiroidismo desde los 11 meses que se lo detectaron (fue en 2016) y está con entratamiento crónico desde entonces… ¿He desarrollado hipotiroidismo? No, y jamás he pensado que por estar con personas enfermas yo fuese a ponerme mal también.
  • Insta a no hablar de pobreza y a evitar ser caritativ@: esta premisa está enraizada en la creencia donde se perciben los actos caritativos como «alimentar» la miseria, pero desde luego que no puedo compartir esa visión porque me posiciono en torno a la idea de que precisamente la caridad es una búsqueda de justicia social donde es primordial equilibrar la balanza de quienes menos tienen. Al menos esta es mi visión sobre la caridad.
  • «Si no lo logras materializar es porque no lo mereces»: esta idea es tan peligrosa que puede generar incluso depresiones hundiendo a personas que no tengan un trabajo personal hecho de manera adecuada. Es además una consigna injusta, y lo sustituyo por la frase de «si no lo logro es porque simplemente no era para mí».

Y tú, ¿conocías la Ley de Atracción? Cuéntame, estoy en

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